En la Declaración de Budapest ( Budapest Open access Initiative ) se establecen dos rutas para alcanzar el open access:
La ruta dorada o la de publicación en revistas open access
y
La ruta verde que alude al archivo o depósito de recursos digitales en repositorios institucionales o temáticos.
Cuando el depósito de los ficheros lo hace el autor hablaríamos de auto-archivo (self-archiving). Hago esta observación porque cuando se trata de repositorios temáticos el depósito generalmente lo hace el autor, mientras que en el caso de los institucionales son los autores y en muchos casos esta ligado a personal relacionado directamente con el repositorio, al personal de la biblioteca o a personal de apoyo del grupo de trabajo al que están adscritos los autores, en tal caso hablaríamos del depósito “delegado”.
La tipología de revistas open access cada vez es más diversa debido a los nuevos modelos híbridos que adoptan las empresas editoriales. El caso más puro según la definición de open access sería aquella revista que ni lector ni autor paga por publicar y son los autores los que retienen el copyright sobre sus trabajos cediendo los derechos no exclusivos de publicación a la revista. Obviamente alguien “tiene que pagar”, en este caso, las revistas generalmente pertenecen a instituciones académicas o sociedades profesionales, cuyos recursos incluyen también el mantenimiento de estas publicaciones. Ejemplos de este tipo de revistas se recogen en el directorio de revistas open access (DOAJ), que en este momento cuenta con más de 2000 revistas en su base de datos.
Existen casos de revistas totalmente open access en que el autor/institución paga por su publicación, como son las revistas de BioMed Central o de a Public Library of Science ( PLoS). Entre uno y otro modelo se dan casi todas las posibles combinaciones entre pago y derechos de copyright. Cuando coexisten artículos open access junto con los de pago por suscripción, estaríamos hablando de “modelos híbridos”.
Hoy en día las grandes empresas editoriales (Elsevier, Springer, Blackwell, etc. ) ofrecen este tipo de modelos híbridos en algunas de sus revistas, con ello ofrecen la posibilidad de pagar por publicar a cambio de que el artículo esté en accesso abierto, junto con otros que no lo están, lo que en términos generales se conoce como open choice. Los precios varían de editorial a editorial y de revista a revista, en la siguiente tabla se ofrece alguna de esta información, extraída de las propias páginas web de las editoriales:
Editorial | Modelo híbrido | Coste | Copyright |
American Chemical Society | ACS Author Choice | $1000-3000* | Autor |
American Physical Society | Free to read | $975-1300 | Publisher |
Blackwell Publishing | Online Open | $2600 | Autor |
BMJ Publishing Group Ltd | BMJ Unlocked | $3145 | Editorial |
Cambridge University Press | Cambridge Open Option | $2700 | Editorial |
Elsevier | Sponsored article | $3000 | Editorial |
Highwire Press | Author-side payment | $500-3500 | |
John Wiley & Sons | Funded access | $3000 | Editorial |
Oxford University Press | Oxford Open | $1500-2800* | CC (1) |
Royal Society of Chemistry (UK) | RSC Open Science | £1000-2500* | Editorial |
Springer | Open Choice | $3000 | CC |
Taylor & Francis | iOpen Access | $3100 | CC |
US National Academy of Sciences | Open Access fee | $1100* | |
(1) Licencias Creative Commons |
Los repositorios, entendidos como archivos donde se almacenan recursos digitales (textuales, de imagen o sonido, en general llamados objetos digitales) surgen de la llamada comunidad e-print, preocupada por maximizar la difusión y el impacto de los trabajos depositados en los mismos. Si el repositorio responde a unas áreas de conocimiento en particular, hablaremos de repositorios temáticos y si los objetos digitales almacenados responden a los de una institución hablaremos de repositorios institucionales.
Un repositorio institucional open access es algo más que un archivo donde almacenar ficheros, no es una simple base de datos. En primer lugar responde al compromiso de una institución de hacer visible la producción de sus profesores o investigadores, implica la puesta en marcha de herramientas que lo permitan, el establecimiento de políticas para su uso y depósito y la implicación de distintos estamentos para su desarrollo, desde el personal de apoyo (bibliotecarios, servicios de información, técnicos informáticos) a los investigadores y gestores de la institución. Una eficaz participación de todas las partes permitirá que el repositorio sea una realidad y permita que se convierta en “una imagen” de la producción científica y académica de la propia institución.
La colaboración entre las distintas partes implicadas en la creación y mantenimiento de un repositorio es esencial para su buen desarrollo (Lynch, 2003), además hay que añadir un aspecto muy importante: la preservación en el tiempo de los contenidos albergados en los repositorios. Este es un tema relevante cuando se pone en marcha un repositorio de este tipo, ya que no tiene sentido crear un archivo, cuyos contenidos, los objetos digitales, no fueran accesibles con el paso del tiempo.
En la siguiente tabla se contrastan dos definiciones más sobre el significado de un repositorio institucional dadas por Peter Suber y Stevan Harnad (comunicación personal) a la pregunta de cual era su opinión sobre el significado de un repositorio institucional. De estas me gustaría resaltar la concepción de “organismo viviente” que menciona Suber, un repositorio es algo vivo, que hay que cuidar, alimentar y conservar para que su funcionalidad y crecimiento sea el adecuado.
Peter Suber | Stevan Harnad |
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Una característica deseable de los repositorios institucionales open access es que tengan una arquitectura de “ficheros abiertos” (open archives) que implemente un protocolo de interoperatividad que le haga visible a proveedores de servicios capaces de recolectar los metadatos de sus objetos digitales (ver capítulo 4).