Desde SEDIC (Sociedad Española de Documentación e Información Científica) estamos especialmente preocupados por la situación que están atravesando nuestros colegas con la nueva administración en Estados Unidos, quienes se enfrentan a despidos masivos, censura en bibliotecas y restricciones de la libertad de expresión y académica.
A principios de este año, la National Archives and Records Administration (NARA) ha llevado a cabo despidos masivos de personal en periodo de prueba, lo que ha generado incertidumbre y temor entre los profesionales afectados. Aunque algunos empleados han sido reincorporados, persiste la preocupación por futuras reducciones de personal y la presión política sobre el Archivo Nacional. Damos totalmente nuestro apoyo a la Society of American Archivists que a su vez ha respaldado a los trabajadores afectados y está trabajando activamente para brindar asistencia durante este período difícil.
La American Library Association (ALA) ha documentado un aumento alarmante en los intentos de censura de libros en bibliotecas públicas y escolares. En 2023, se registraron 4.240 libros cuestionados por su contenido, un incremento del 65% respecto al año anterior. Estos intentos de censura han sido impulsados por grupos organizados que buscan restringir el acceso a obras que abordan temas de identidad de género, diversidad sexual y experiencias de comunidades marginadas.
La situación de censura también se refleja en los museos, sobre todo en las obras de arte que hacen referencia a la diversidad cultural. Una encuesta de PEN America reveló que el 45% de los directores de museos se han enfrentado a presiones para retirar obras consideradas "ofensivas o controvertidas", y el 90% de las instituciones carecen de políticas claras para gestionar estos desafíos.
Los investigadores en universidades estadounidenses se enfrentan a restricciones en el acceso a materiales de archivo y bibliográficos, así como fondos para la investigación en temas como la diversidad, la equidad o la inclusión, lo que limita su capacidad para llevar a cabo investigaciones exhaustivas. Estas restricciones, junto con la presión política sobre las instituciones académicas, han creado un ambiente de autocensura y temor entre los académicos.
Es importante garantizar la estabilidad laboral en las instituciones archivísticas y bibliotecarias, a proteger la libertad de acceso a la información y a promover un entorno académico libre de censura. Asimismo, hacemos un llamado a la comunidad internacional a expresar su solidaridad con los profesionales afectados y a abogar por la defensa de los derechos fundamentales en el ámbito de la información.
Es imperativo que trabajemos juntos para proteger la integridad de nuestras instituciones y el derecho de todas las personas a acceder a la información sin restricciones indebidas.